El origen del capuchino se debe a Italia mientras que el nombre que se le dio a esta bebida se deriva del color de la capucha que llevaban los frailes capuchinos, una tonalidad similar al de este café. La leyenda narra que fue después de la Batalla de Viena de 1683, los vieneses prepararon un café usando los sacos abandonados por los turcos y, para suavizar su fuerte sabor, añadieron crema y miel, obteniendo un color similar al del hábito de los capuchinos.
Es por ello que su nombre siempre ha sido conocida en italiano “cappuchino” y con el paso del tiempo esta bebida se extendió por toda Europa hasta llegar a Sudamérica, popularizándose en países como Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay.
Actualmente es una de las bebidas preparadas con café más populares ya que gracias a su sabor puede degustar en compañía de un pan dulce o hasta sola, además de que sus ingredientes permiten que tome un toque tan suave o concentrado al mismo tiempo.