El rey Alfonso XIII, durante su exilio en el hotel París de Montecarlo, solía tomar un cóctel que le preparaba un barman llamado Emile. El brebaje en cuestión era un cóctel hecho a base de Dubonnet. El atento barman preparaba esta bebida asiduamente para el monarca, llegando a llamar al cóctel con el nombre de “Alfonso XIII” en su honor, con el tiempo se fue modificando hasta llegar a la sencilla receta que se conoce comúnmente y la cuál sólo lleva 2 ingredientes licor de cafe y crema.
Al ser una bebida clásica para un rey, qué mejor premisa para contárselas a tus amigas para que se sientan todas unas reinas consentidas en tu casa mientras disfrutan del coctel. |